Si obtiene la mayoría absoluta en la segunda vuelta prevista el domingo 17 de junio, François Hollande tendrá el poder necesario en la cámara baja para aplicar su programa de gobierno.

El Partido Socialista (PS) y sus aliados ecologistas obtuvieron el 40% de los votos, la conservadora UMP, mayoritaria en la Asamblea Nacional saliente, 35%, la izquierda radical 7% y la extrema derecha más de 13%, según las primeras estimaciones de los institutos de sondeos difundidas a las 18H00 GMT, hora de cierre de los colegios electorales.

Los socialistas y sus aliados obtendrían tras la segunda vuelta entre 287 y 347 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional francesa, según las estimaciones de tres institutos de sondeo (Ipsos/Business logica consulting CSA y Sofres/Sopra group) realizadas a partir de los resultados de la primera vuelta. La mayoría absoluta es de 289 escaños.

La cuestión clave es saber si los socialistas y sus aliados ecologistas tendrán la mayoría absoluta, o si necesitarán el apoyo de la izquierda radical dirigida por Jean-Luc Mélenchon, con la que el PS no tiene acuerdo de gobierno.

"No hay una ola rosa", comentó el ex primer ministro conservador François Fillon.

François Hollande, elegido el 6 de mayo, no dejó durante la campaña de pedir a los franceses "una mayoría amplia, sólida y coherente" para "llevar a cabo el cambio que los franceses han pedido" y cumplir sus promesas de reformar las pensiones, fortalecer la educación y subir el salario mínimo.

Fillon, candidato en una de las circunscripciones de París, destacó que estas legislativas son "una elección muy importante", y llamó a evitar una gran concentración de poder en manos del Partido Socialista, que además de la presidencia controla ya el Senado y la gran mayoría de las regiones.

Por su parte, Martine Aubry, primera secretaria del PS, estimó que los franceses dieron su "apoyo al cambio" y mostraron "su voluntad de ampliar" la victoria de Hollande en la presidencial.

Unos 46 millones de electores estaban llamados a las urnas para elegir a los 577 diputados de la cámara baja del Parlamento. Según los institutos de sondeo, la participación fue ligeramente inferior a 60%, por debajo del nivel registrado en la primera vuelta de las legislativas de 2007 (60,98%).

Para mantenerse en la segunda vuelta, los candidatos deben obtener al menos el 12,5% de los votos de los electores inscritos, lo que en la segunda vuelta da lugar a un balotaje entre dos, tres o incluso cuatro candidatos.

La escasa participación se presenta como una mala noticia para el ultraderechista Frente Nacional, que aspira a traducir el resultado histórico de su líder Marine Le Pen en la primera vuelta de la presidencial (17,9%) en una presencia parlamentaria.

Ausente de la cámara baja del Parlamento desde 1988, el Frente Nacional espera obtener diputados en sus bastiones del norte y el sureste, lo que se presenta difícil, dado que el modo de elección, mayoritario y a dos vueltas, le es muy desfavorable.

El primer ministro Jean-Marc Ayrault, candidato en Nantes (oeste), advirtió que los miembros del gobierno derrotados en los comicios deberían abandonar el cargo. En total se presentaban 24 de los 34 ministros del ejecutivo de Hollande.