El Estado Islámico (EI) amenazó con atacar prisiones sauditas para liberar a sus detenidos como respuesta a la ejecución de decenas de disidentes (algunos de ellos, "extremistas") el sábado pasado en Arabia Saudita, que calificó de "chantaje". "Los tiranos sauditas demostraron con esta acción su política de concentrar a los monoteístas (en mención a los simpatizantes del EI) en las prisiones y convertirlos en rehenes", según el editorial del semanario Al Naba.

Los yihadistas afirmaron que los sauditas quieren "responder a cualquiera amenaza de los muyahidines (guerreros santos) con la ejecución de los rehenes". El editorial apuntó que para liberar a sus presos el camino es "derrocar a los regímenes que los detienen y luego destruir sus cárceles" y, en ese sentido, el EI amenazó con destruir las cárceles de Al Hayer, a unos 25 kilómetros al sur de Riad, y Al Tarfiya, situado en la ciudad de Buraida, en las que la mayoría de los presos están condenados por delitos de terrorismo.

La autocracia saudita ejecutó -el pasado 2 de enero- a 47 personas, algunos de ellos extremistas sunitas sentenciados a muerte por su involucramiento en atentados perpetrados en el reino en 2004 y 2005. El EI aseguró con anterioridad que liberaría a los presos y amenazó con que perpetraría ataques contra la familia gobernante Al Saud, las fuerzas de seguridad y los chiitas.