En España, Rodríguez Zapatero afirmó que “era de esperar un castigo en las urnas”. El presidente del Gobierno español admitió la derrota del Partido Socialista Obrero Español en los comicios municipales y autonómicos, pero atribuyó los resultados se deben la crisis económica. Agregó que “no es fácil explicar los orígenes y la naturaleza de la crisis” y que no supieron “llegar a los conciudadanos”. Sin embargo, advirtió que no adelantará las elecciones generales de 2012.

El PSOE alcanzó poco menos del 28 por ciento de los votos, frente al 37,5 del conservador Partido Popular, lo que constituye el peor resultado del socialismo en los comicios municipales desde 1995. A nivel autonómico también sufrió una importante caída y perdió Castilla La Mancha, el partido gobernaba desde hacía casi treinta años.

Las elecciones estuvieron marcadas por las protestas del “movimiento de los indignados”, que irrumpieron en la campaña electoral justo una semana antes de los comicios y mantienen sus reclamos de cambios en el modelo político y social, reseñó desde Madrid el periodista Ernesto Estévez, de Unión Radio. Para los manifestantes de las plazas, "no hay nada que valorar" sobre el resultado de las elecciones, porque no se sienten "representados" por ninguno de los partidos mayoritarios. Por Continental, Estévez describió el momento que se vive en España como “un verdadero terremoto político”.