El jefe de máquinas del ferry surcoreano Sewol, hundido el 16 de abril último y que provocó 304 muertos, reconoció hoy haber escapado del buque antes que los pasajeros y pidió clemencia ante el tribunal que juzga a 15 miembros de la tripulación. El imputado, de 58 años y de apellido Sohn, "no va a poner excusas y decir que no pudo rescatar a los pasajeros", expuso su abogado en el segundo día del juicio.
 
Tras reconocer la culpabilidad de su defendido, el letrado pidió clemencia al juez citando el delicado estado de salud de Sohn, que trató de suicidarse durante la investigación. Sohn es el único de los 15 tripulantes que admitió su responsabilidad ya que el resto, incluyendo al capitán, se declaró inocente. 

Once de los imputados negaron los cargos en su contra en el primer día de audiencias y otros tres lo hicieron hoy cuando ante el Tribunal de Distrito de Gwangju (suroeste de Corea del Sur) argumentaron que se encontraban en estado de pánico cuando ocurrió el naufragio. Tanto los abogados defensores como los fiscales presentaron hoy alegaciones y pruebas ante el juez, que incluyen más de 2.000 documentos. 

Once miembros de la tripulación podrían enfrentarse a cadena perpetua, mientras que el capitán y otros tres miembros podrían incluso ser condenados a muerte, aunque la pena capital no se aplica desde 1997 en Corea del Sur. La nave, que cubría la ruta desde Incheon a la isla de Jeju, se hundió tras volcar con 476 personas a bordo, entre ellas 325 estudiantes de 16 y 17 años que realizaban un viaje escolar.