El ex dictador panameño Manuel Noriega, cuyo régimen fue depuesto por una invasión militar estadounidense, seguirá encarcelado en una prisión tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de negarle el arresto domiciliario por el caso del asesinato de un dirigente político de izquierda.

La Sala Penal de la CSJ desestimó un recurso de la defensa, que pidió arresto domiciliario, y decidió mantener la prisión preventiva del ex jefe militar dentro del proceso judicial por el homicidio del dirigente político de izquierda Heliodoro Portugal, acaecido en 1970.

El ex hombre fuerte panameño -nunca fue formalmente presidente- está preso en la cárcel El Renacer, en áreas revertidas del Canal de Panamá, desde el 11 de diciembre de 2011, cuando fue extraditado por Francia tras cumplir una condena por narcotráfico en Estados Unidos.

Noriega enfrenta condenas por los homicidios del médico guerrillero Hugo Spadafora y del mayor Moisés Giroldi, así como por la desaparición de otras dos personas, entre ellas Portugal, que suman 60 años de prisión. No obstante, la legislación penal panameña únicamente prevé un máximo de 20 años de cárcel.

Los magistrados del máximo órgano de justicia tienen una posición dividida sobre el tema de Noriega, quien fue juzgado y condenado en ausencia, en un período de ocupación militar extranjera.

Noriega, de 80 años, enfrenta un cuadro de hipertensión, problemas de locomoción a causa de un accidente vascular, y problemas renales y prostáticos, según la versión de médicos allegados a su familia.

Sin embargo, representantes del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses aducen que "Noriega está en condiciones de afrontar la cárcel".