Las autoridades sanitarias de España monitorean a un número indeterminado de personas que estuvieron en contacto con la enfermera española que contrajo el virus del ébola para evitar que se propague la enfermedad, mientras la Unión Europea (UE) pidió explicaciones urgentes por el contagio. La persona con mayor riesgo de contagio es el marido de la paciente, quien se encuentra “ingresado” y “bajo cuarentena” para tener un mejor seguimiento de su evolución, aunque no presenta síntomas, informó la directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Mercedes Vinuesa, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados. 

Otros dos enfermeros, que trabajaban con la infectada, también se encuentran bajo observación, según indicaron a la prensa española empleados del Hospital La Paz-Carlos III de Madrid, donde están internados. La propia infectada, quien está siendo tratada y se encuentra “estable” y "sin riesgo vital" pese a la gravedad de la enfermedad, facilitó una lista de contactos que están siendo controlados.

Además de la enfermera con contagio confirmado, está en estudio la salud del marido y la de otros dos viajeros, informó el coordinador del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias de España, Fernando Simón, quien explicó que el objetivo no es controlar sólo el entorno familiar de la enfermera –de 40 años, casada y sin hijos- sino “todas las personas que la rodearon” y los que, al igual que ella, “atendieron a los dos pacientes” con ébola repatriados desde África y tratados en Madrid. La mujer infectada es una auxiliar de enfermería que trabaja en el Hospital La Paz-Carlos III y se habría contagiado al mantener contacto directo con el misionero español Manuel García Viejo, repatriado desde Sierra Leona, y fallecido por ébola el pasado 25 de septiembre. También atendió a Miguel Pajares, misionero repatriado desde Liberia, y fallecido previamente, el pasado 12 de agosto. 

“Existe la posibilidad de que alguno de los contactos de la enfermera pueda estar infectado. Pero eso no implica un riesgo para la población”, destacó Simón en declaraciones a RNE (Radio Nacional de España). De acuerdo con el protocolo, todas las personas que están en contacto con enfermos de ébola tienen que tomarse la temperatura dos veces al día durante 21 días para comprobar si tienen fiebre. 

Los empleados del Hospital Carlos III de Madrid, que protestaron esta mañana, descartaron que la causa del contagio pueda ser atribuible a un “fallo humano” y, por el contrario, denunciaron la situación de “desmantelamiento” del centro a raíz de las políticas de recortes del derechista Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy. 

Sin embargo, el coordinador de emergencias sanitarias señaló que “los protocolos de seguridad que se aplican son los mismos en todo los países”. A pesar de ello, Simón reconoció que la enfermera infectada pudo haber sido ingresada el 30 de septiembre, cuando presentó los primeros síntomas (aunque la fiebre no era alta) en vez de esperar hasta el 6 de octubre. De acuerdo con la información brindada por el gobierno español, hasta la fecha se detectaron 24 casos sospechosos de ébola y solo 1 positivo. España es, por lo tanto, un país con un "riesgo bajo de contagio", subrayó la funcionaria.