Alex Hribal, el joven acusado por el ataque con dos cuchillos que anteayer causó 22 heridos en una escuela secundaria de Pensilvania, nunca antes había tenido problemas en el colegio, sino que era un buen alumno, que se relacionaba con sus compañeros y que jamás había estado involucrado en peleas.

"Alex está asustado. Es un muchachito con un promedio de notas B+, un hogar y una familia estables. Tiene 16 años y parece un chico de 12", señaló ayer su abogado, Patrick Thomassey, durante una entrevista con el programa Good Morning America, de la cadena ABC.

Según dijo, Hribal no era un chico solitario ni tampoco la familia tenía conocimiento de que hubiese sido blanco de abusos o prepotencias que hubiesen podido provocar el ataque.

"No era descrito por otros estudiantes como un bicho raro o algo por el estilo. Era querido por los demás y era un estudiante con buenas calificaciones, que proviene de una gran familia'', agregó el abogado, según el cual "el ataque surgió de la nada".

"Los padres de Hribal están destrozados, no pueden comprender qué le ocurrió y expresan sus condolencias a todos los afectados", dijo Thomassey.

Por su parte, el fiscal de distrito John Peck dijo anteanoche -durante una breve audiencia después de que Hribal fuese puesto bajo custodia policial- que el adolescente hizo comentarios que sugerían "que quería morir".

Empuñando dos cuchillos de cocina de entre 20 y 25 centímetros, Hribal hirió anteayer a 21 estudiantes y a un guardia de seguridad mientras corría por los pasillos de la Franklin Regional High School, una escuela ubicada unos 30 kilómetros al este de Pittsburgh. El ataque duró unos cinco minutos, hasta que el joven fue detenido.

Hribal, que está preso y sin derecho a fianza, fue acusado anteanoche de cuatro cargos de intento de homicidio y 21 cargos de agresión agravada. Las autoridades dijeron, además, que sería procesado como un adulto.


Agencias AP y EFE