El Gobierno chino aseguró que se "reserva el derecho" de tomar más acciones después de que Estados Unidos enviara este martes un buque militar a las aguas de varias islas en el archipiélago Spratly del Mar de la China Meridional, disputado por varios países de la zona. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lu Kang, hizo estas declaraciones el martes en una rueda de prensa en Beijing, en la que también dijo que "sería una pena que China tuviera que acelerar y fortalecer nuestras construcciones" en esas aguas.

Algunos países asiáticos y Estados Unidos acusan a China de haber levantado auténticas islas artificiales en algunos islotes y arrecifes de la zona, como el Subi, que permaneció durante gran parte del tiempo sumergido bajo las marea hasta que Beijing inició un proyecto de drenado y construcción en 2014.

Lu dijo que China "vigiló, siguió y advirtió" al destructor "USS Lassen" que, acompañado de aviones de vigilancia de la Armada de EE.UU., navegó dentro de las doce millas náuticas que rodean al arrecife Subi, en las Spratly, cuya soberanía total o parcial se disputan China, Brunei, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam. El portavoz de Exteriores chino consideró que acciones como esa "menoscaban la paz y la estabilidad regional", y subrayó la "firme insatisfacción" de China al respecto.

Además, señaló que Beijing ya ha enviado formalmente protestas a la Embajada de EE.UU. en la capital china y también ha formulado una queja a través de su legación en Washington. "La soberanía de China sobre las islas y sus aguas adyacentes es indiscutible", enfatizó Lu, y aseveró que su país realiza esas construcciones (el arrecife Subi tiene capacidad para funcionar como pista de aterrizaje) con "fines civiles" y para asistir en la zona. Anteriormente, el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, advirtió a Estados Unidos por el envío del buque militar, y dijo que Washington no debería "crear problemas de la nada".