Los temporales que castigan desde septiembre pasado especialmente a tres de los nueve departamentos de Bolivia dejaron hasta ahora 46.800 familias damnificadas, aunque las lluvias tendieron a declinar desde el sábado sin que la situación esté aún controlada.

La cifra de muertos se mantiene en 38, cuando el ministerio de Defensa entregó un último balance.

"Estamos continuando con el trabajo de ayuda en La Paz, Cochabamba y sobre todo en el Beni. La situación no está todavía bajo control", reportó el funcionario Oscar Cabrera, que participa de las labores de rescate.