La cosecha de trigo sería un 40 por ciento superior a la del año pasado, con rendimientos mayores a los que se esperaban.

Lo estimó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, luego de dos campañas muy malas motivadas por la peor sequía en un siglo.

Los analistas vinculados con el sector agropecuario se quejan de que los productores “no podrán aprovechar la buena cosecha, debido a la intervención del Gobierno en el mercado” (en referencia a los impuestos que se les cobra, como a los demás sectores).

Aducen que las ventas al exterior están cuotificadas y los agricultores reciben cuarenta dólares menos por tonelada que la cotización internacional (en referencia al pago de impuestos).

En tanto, la producción de soja y maíz se ve amenazada por la sequía ocasionada por el fenómeno climático La Niña, pese a lo cual la soja sigue batiendo récords.

En algunas zonas, las siembras están retrasadas y en otras, se verán afectados los rendimientos.