Sudáfrica deportó a seis barrabravas argentinos. Es porque sus antecedentes los convierten en peligrosos para las autoridades locales.

Por Continental, el embajador argentino en Sudáfrica reveló que, aunque la decisión de las fuerzas de seguridad fue inmediata, “el piloto del avión que los (llevó a Sudáfrica) no los quiso llevar de vuelta (a Buenos Aires) y quedaron demorados”.

“De acuerdo al capitán de la aeronave, se comportaron de manera que molestó a pasajeros, por lo cual quedaron demorados las veinticuatro horas. Entiendo que en el vuelo de ayer venían más de estas diez personas; venían otros tantos. Estos fueron los identificados y a los que no les permitieron ingresar. Ya es un tema de seguridad que corresponde a las autoridades migratorias sudafricana. Eso ya nos escapa a nosotros", aclaró Carlos Sersale.

“En el vuelo esta gente se comportó, de acuerdo al capitán de aeronave, de una manera que afectaron a los otros pasajeros. Hay un informe de la Policía Local y del Cónsul, que estuvo en el aeropuerto. Lo importante es que estuvimos al tanto de todo porque el cónsul de Johannesburgo estuvo hoy a la mañana”, puntualizó en Magdalena Tempranísimo.

El diplomático valoró que "los instrumentos puestos a funcionar de los contactos entre la Policía Federal de nuestro país asistiendo a las autoridades sudafricanas permitió que esta gente no entrara”.

En cuanto a los barras que lograron ser admitidos en el país, "hasta ahora no hemos tenido ninguna información de que estén haciendo nada. La Policía argentina sabe donde están y ya verán qué es lo que tienen que hacer con ellos. Hasta ahora, con esta gente no hemos tenido ningún problema”.

“Con respecto a lo que se dice que viajaron sin entradas, estamos en contacto permanente con los dirigentes de la AFA. Por lo que he hablado con ellos, no hay ningún tipo de privilegio, no les dan ningún tipo de entradas y nada que se le parezca. Al contrario, niegan todo tipo de relación con esta gente”, concluyó Sersale.