Por reglamento, el club anfitrión está obligado a permitirle al visitante reconocer el campo de juego, algo que no ocurrió en el último encuentro accidentado que Tigre jugó con San Pablo. Esta fue una de las varias deferencias que el club carioca no tuvo con el plantel argentino, que fue derrotado por decisión del árbitro, sin que pudieran ingresar a la cancha en el segundo tiempo y luego de ser agredidos y amenazados por la seguridad del estadio.

Norberto Paparatto afirmó: “Nosotros no estamos preparados para que un tipo nos apunte con un arma en un entretiempo”

El jugador de Tigre habló del lamentable viaje a San Pablo, donde concurrieron para jugar una final de la Copa Sudamericana.

“Dimos vuelta por todos lados para llegar al estadio; antes, nos apedrearon el micro. Cuando arribamos, la misma persona que no nos dejaba entrar a la cancha fue la que después nos esperó en los pasillos del vestuario con armas”, relató el deportistas.

“Que sirva de ejemplo para que nunca le pase esto a nadie más en ningún lugar del mundo. Fue una batalla campal”, remarcó Paparatto, quien aseguró: “nos esperaron para pegarnos, nos iban a lastimar directamente”.

El jugador dijo que lamenta “la gente que fue a acompañarnos”.