Queremos que estos Juegos levanten a esta ciudad, al país y al mundo, uniendo a toda la población", indicó Cameron en una rueda de prensa celebrada al aire libre y a unos 100 metros del Estadio Olímpico donde mañana tendrá lugar la ceremonia inaugural de los Juegos.

"Estamos listos para unas semanas extraordinarias en Gran Bretaña. Somos un país magnífico con cosas fantásticas que ofrecer. Es un gran momento para nosotros. Vamos a aprovecharlo", indicó el dirigente mientras sonaba de fondo la música de The Who y The Beatles durante los ensayos de la ceremonia.

Cameron indicó durante su discurso que espera que el mundo vea que Londres ha sido "capaz de dar lo prometido", note el sentimiento de "comunidad" existente en todo el país y sienta el espíritu "infeccioso" de todas las personas que harán posible el buen funcionamiento en todas las áreas durante el evento.

"Han sido siete años de espera y el momento ha llegado", comentó Cameron, quien explicó que algunas de las construcciones erigidas para los Juegos supondrán un legado "para los próximos años y décadas".

"Cuando todo acabe, habrá un nuevo Londres para la gente. Vamos a ofrecer unos Juegos de primera donde la seguridad será nuestra prioridad. Es la mayor operación policial que se recuerde", apuntó.

El despliegue de fuerzas de seguridad durante los Juegos Olímpicos será el mayor que ha habido en Londres en tiempos de paz.
Más de 40.000 personas estarán involucradas en la seguridad de este evento en una operación que se calcula costará alrededor de 553 millones de libras (662 millones de euros).

Las Fuerzas Armadas aportarán 13.500 personas, que trabajarán mano a mano con 12.500 miembros de la policía metropolitana y con los más de 16.500 miembros de seguridad privada y con diferentes voluntarios.

"Tenemos un grupo de gente muy efectivo para minimizar cualquier amenaza. Vivimos en un mundo peligro pero estoy orgulloso del esfuerzo de nuestros servicios de inteligencia, que siempre trabajan muy duro pero especialmente en estos días", manifestó Cameron.
Sobre la ceremonia de inauguración, el primer ministro anticipó que la intención es "celebrar el pasado y el futuro" del país.

"Habrá un par de momentos absolutamente emocionantes y creo que todo el mundo se podrá identificar con algo", indicó acerca del espectáculo orquestado por el cineasta Danny Boyle.

Por su parte Sebastian Coe, presidente del Comité Organizador de los Juegos de Londres, hizo hincapié en el panorama que quedará en la ciudad y su población tras los Juegos.

"Hemos dado todo lo que prometimos que íbamos a hacer. Los Juegos no sólo renovarán el aspecto físico de la ciudad, sino también las ambiciones y sueños de la gente", recalcó.