Cardozo mantuvo anoche una reunión en el hotel Sofitel, del barrio carioca de Copacabana, con sus colegas de Defensa, Relaciones Exteriores y de la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro y de la FIFA, en la que decidieron el esquema por el que se intentará evitar incidentes.

"Analizamos todo lo que necesitaba ser objeto de detalle final y podemos decir que tendremos aproximadamente 26.000 hombres de la seguridad pública actuando aquí durante la final", dijo el ministro, según citó hoy la agencia 247Brasil.

El operativo de custodia incluirá además a 1.500 agentes de seguridad privada.

Cardozo indicó que la seguridad debe estar dedicada tanto al acompañamiento de las autoridades, como a la protección de las delegaciones, de los turistas y de los brasileños.

"Todo es observado por la seguridad pública y todo será objeto de nuestra acción y de nuestra planificación", indicó Cardozo, quien informó que el número de 26.000 agentes es el necesario para garantizar el padrón de seguridad que ya se alcanzó en todo el campeonato.

El ministro de Justicia también ironizó con la final y dijo que "lo único que faltará en la final es la selección" de su país. "Falta Brasil en la final, pero Brasil está presente con el cariño de su pueblo, con la organización del Mundial, que fue reconocida por el mundo entero. Perdimos dentro del campo pero fuera estamos ganando", agregó.

Además de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, acudirán al Maracaná la canciller y el presidente de Alemania, Angela Merkel y Joachim Gauck; así como el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y los jefes de Estado y de gobierno de Finlandia, Hungría, Sudáfrica, la República Democrática del Congo, Gabón, Congo-Brazzaville, Trinidad y Tobago y Haití.