Atahualpa Yupanqui (en quechua siginifica “el que viene de lejanas tierras para decir algo”) nació con el nombre de Héctor Roberto Chavero el 31 de enero de 1908 en Campo de la Cruz, en la provincia de Buenos Aires. Sus primeros estudios musicales consistieron en dos años de violín con el padre Rosaenz; luego conoció a su gran maestro de guitarra, Bautista Almirón, quien lo acercó al repertorio clásico por medio de piezas de Tárrega y transcripciones de Scarlatti, Bach, Mozart y otros.
Sus dos bienes más preciados fueron la guitarra y el caballo. Difícilmente alguien haya hablado del caballo de modo tan conmovedor.

Se le considera el más importante músico argentino de folclore. Sus composiciones han sido cantadas por reconocidos intérpretes, como Mercedes Sosa, Alberto Cortez, Pedro Aznar, Los Chalchaleros, Horacio Guarany, Jorge Cafrune, Alfredo Zitarrosa, José Larralde, Víctor Jara, Ángel Parra, Jairo, Andrés Calamaro, Divididos, Marie Laforêt, Mikel Laboa y Enrique Bunbury entre muchos otros, y siguen formando parte del repertorio de innumerables artistas, en Argentina y en distintas partes del mundo. En 1986 Francia lo condecoró como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.

A causa de su afiliación al Partido Comunista su obra sufrió la censura durante la presidencia de Juan Perón, fue detenido y encarcelado varias veces.

De las 325 canciones de su autoría registradas oficialmente,[4] pueden citarse La alabanza, La añera, El arriero, Basta ya, Cachilo dormido, Camino del indio, Coplas del payador perseguido, Los ejes de mi carreta, Los hermanos, Indiecito dormido, Le tengo rabia al silencio, Luna tucumana, Milonga del solitario, Piedra y camino, El poeta, Las preguntitas, Sin caballo y en Montiel, Tú que puedes, vuélvete, Nada más, Viene clareando y Zamba del grillo, entre muchas otras.

París lo recibió cálidamente; en casa del poeta Paul Eluard conoció a Edith Piaf, quien lo invitó a cerrar un recital suyo en el teatro Athénée; y además sería francesa, aunque nacida en Canadá, la mujer de su vida: la pianista clásica Antoinette Paule Pepin, “Nenette”, quien con el seudónimo de Pablo del Cerro firmó en colaboración composiciones tan perfectas como El alazán, Chacarera de las piedras y Guitarra dímelo tú.

Falleció en Nimes, Francia, el 23 de mayo de 1992.