El secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Calos Zannini, defendió ante el Senado de la Nación el acuerdo firmado con la petrolera Repsol y al recordar a los ex trabajadores de la "vieja YPF" se emocionó y lloró.

En un momento de su exposición habló de la indemnización que le corresponde a esos ex obreros por la propiedad participada y recordó una anécdota de uno de ellos. Ese "homenaje personal", como lo calificó, llevó al funcionario que quebrarse y llorar delante de los senadores que lo escuchaban.

"De ese conjunto de trabajadores quiero rescatar a uno, uno que tenía responsabilidades sindicales en su momento, era alguien del SUPE en Santa Cruz y que hoy tiene dos cargos importantes en la Argentina. "El negro" Soloaga, como lo conocemos, se quedó con las acciones, las mantuvo, iba a las asambleas, hacía oír su voz...; fue a la asamblea que se hizo después de la expropiación y habló. En su momento, con sus ahorros, compró acciones y el sindicato lo designó ahora para representar a los trabajadores en el directorio de YPF", recordó muy emocionado.
 

Luego de interrumpir en dos oportunidades su discurso para tomar agua, aseguró que la ley de expropiación de la petrolera "es un acto de justicia para todos aquellos que sufrieron en carne propia lo que es desnacionalizar el petróleo; Argentina debe continuar ejerciendo su derecho en un bien como es su reserva de hidrocarburos".

Y aseguró que "desde el comienzo supimos que teníamos que pagar. Creo que llevó más tiempo discutir sobre los medios de pago que sobre el precio".

La polémica que salpica al secretario se desató esta semana, cuando Oyarbide indicó en un sumario interno que suspendió un operativo a una financiera por pedido de Carlos Liuzzi, segundo del funcionario más cercano a la Presidenta. Ese allanamiento estaba previsto en el marco de una causa en la que se investiga el presunto lavado de dinero. 

Esta mañana, al arribar al Senado para exponer en el plenario de las comisiones de Minería, Energía y Combustibles y de Presupuesto y Hacienda, Zannini evitó el contacto con la prensa.