Luego de años de activismo y cajoneos, se sancionó la Ley de Fertilización Asistida. La iniciativa incorpora los tratamientos de Fertilización Asistida al Programa Médico Obligatorio (PMO) y fue convertida en ley por 204 votos positivos, un negativo y nueve abstenciones, todas del PRO.

La flamante norma obliga a obras sociales, empresas de medicina prepaga y al sistema de salud pública a brindar cobertura de los tratamientos de fertilización, con garantía de acceso integral a los procedimientos y técnicas médico-asistenciales de reproducción médicamente asistida. En el texto quedan comprendidas las técnicas de baja y alta complejidad, que incluyan o no la donación de gametos o embriones.

Para esto, las obras sociales, las empresas de medicina prepaga y el sector público de salud estarán obligadas a incluir en el Programa Médico Obligatorio (PMO) los tratamientos de Fertilización Asistida y, en este sentido, los de diagnóstico, los medicamentos y terapias de apoyo. Además, no podrá haber restricciones fundadas en la orientación sexual o el estado civil del demandante.

Por Continental, el diputado del PRO Jorge Triaca, uno de los que se abstuvieron, explicó que su decisión se debió a que “el proyecto no avanzó en la problemática con la profundidad necesaria. Nosotros impulsamos una iniciativa que tiene diferencias sustanciales con lo que se sancionó”.

“Mis hijas nacieron gracias a la fertilización asistida, por lo que mis objeciones no tienen que ver con la técnica sino con aspectos que no se han profundizado. Por ejemplo, los beneficiarios. No es lo mismo alguien de 20 años que de 40. Es un tratamiento muy costoso, por lo cual deberían establecerse prioridades, para no perjudicar a nadie”, explicó en Magdalena Tempranísimo.

“Tampoco se tiene en cuenta si hay patologías y eso es muy importante. Nosotros planteamos también la creación de un registro de enfermedades genéticas y es necesario además que se avance en la modificación de la Ley de Adopciones, porque muchas personas, por más que existan este ley, no van a poder tener hijos biológicos pero podrían ser padres si la ley se modifica”, añadió.

“No es una postura política, ni religiosa o ideológica. Pretendíamos una profundidad mayor y por eso nos abstuvimos, no votamos en contra. Ahora vamos a presentar un proyecto para modificar la ley y mejorarla”, anticipó Triaca.