El servicio de subterráneos de la línea “B” se cumplía esta mañana en forma completa entre las terminales de Leandro N. Alem y Juan Manuel de Rosas. Sin embargo, a partir de Los Incas las formaciones eran comandadas por personal de supervisión e instrucción, ya que los metrodelegados se niegan a completar el recorrido por inconvenientes en las nuevas estaciones.

Ante esta situación, el Gobierno porteño anunció que los metrodelegados serán citados a una reunión para después del mediodía.

“Los conductores de la línea B continúan trasladando los trenes entre Alem y Los Incas. En esa última estación personal jerárquico toma la conducción y lo hace hasta las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas” en Villa Urquiza, dijo Néstor Etcheto, secretario gremial de los metrodelegados.

La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) denuncia “filtraciones de agua (en las nuevas estaciones) que potencian un riesgo eléctrico y la falta de sistemas de comunicaciones”, lo que supone “peligro para trabajadores y usuarios”.

En tanto, desde la Subsecretaría de Trabajo porteña, un vocero dijo que “los delegados de la línea B de subterráneos van a ser citados para después del mediodía, en la sede de calle Bartolomé Mitre 575” para “encontrar una solución al conflicto. Queremos garantizar el servicio y por eso impulsamos el diálogo y buscamos soluciones”.

En este marco, Claudio Dellecarbonara, delegado de la línea B y candidato a senador por el Frente de Izquierda y los Trabajadores, definió como “precariedad criminal” el estado de las estaciones controvertidas. “No vamos a arriesgar nuestras vidas ni la de los usuarios yendo más allá de Los Incas. Es una decisión de los trabajadores en asamblea después de seis meses de estar insistiendo con la empresa (concesionaria Metrovías) para que se siente a discutir las falencias que hemos detectado” en ese tramo, insistió.