Metrodelegados del subte y Metrovías realizaron este martes, por segundo día consecutivo, negociaciones en la subsecretaría de Trabajo porteña para destrabar el conflicto generado a raíz de la negativa de los empleados a conducir en las nuevas estaciones de la Línea B y vovlieron a polemizar por las condiciones de seguridad.

Tras una reunión de algo más de dos horas, en la que no lograron un acuerdo, se pasó a un cuarto intermedio para el viernes a las 11.

El delegado de la línea B, Claudio Dellecarbonara, aseguró antes del encuentro que “las condiciones de seguridad no están dadas” para conducir hasta las dos nuevas estaciones inauguradas el viernes por el jefe de gobierno, Mauricio Macri, y sostuvo que “no vamos a ser cómplices de una empresa que se llena los bolsillos y no invierte”.

El secretario adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y del Premetro (AGTSyP), Néstor Segovia, expresó que “no son seguras las estaciones, estamos dispuestos a dialogar pero Macri hace política, él necesitaba una nueva estación. Le pido a Dios que no pase nada y que no llueva”.

Metrovías, por su parte, aseguró en un comunicado que “están garantizadas” las condiciones de seguridad en las nuevas estaciones de la Línea B y sostuvo que fueron certificadas por la Dirección General de Protección del Trabajo, que hizo una inspección el jueves.

Asimismo, manifestó que el diagrama de tareas “se encuentra contemplado dentro de las 6 horas de trabajo que tiene el personal de subte, sin afectar en lo más mínimo las condiciones laborales de dicho personal”.

El conflicto se generó a raíz de la negativa de los metrodelegados a conducir hasta las estaciones de la Línea B, Echeverría y Rosas, porque dicen que “no está garantizada la seguridad” y el rechazo al nuevo diagrama de trabajo por la extensión del servicio.