El Gobierno formalizó este viernes la decisión de retornar al Estado el control de la línea Sarmiento tras el último accidente ocurrido el sábado en ese ferrocarril, como así también las nuevas medidas de seguridad para todo el sistema de transporte ferroviario para evitar nuevos siniestros. Ambas disposiciones habían sido anunciadas el miércoles pasado por el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y hoy quedaron plasmadas en el Boletín Oficial a través de dos resoluciones que llevan la firma del funcionario nacional.

En cuanto a la vuelta al Estado del control total de la línea Sarmiento, la resolución 1244 da cuenta del incumplimiento de la hasta ahora gerenciadora UGOMS con las medidas de control a los maquinistas impulsadas por Transporte entre agosto y septiembre a raíz del accidente ocurrido en la estación Once en febrero de 2012, que dejó 51 muertos, y luego del choque de trenes en Castelar en abril de este año, que provocó tres víctimas fatales.

A partir de ahora, los trenes de las líneas Mitre, Sarmiento y de la ex concesionaria Nuevo Tren de la Costa Sociedad Anónima deberán reducir la velocidad a 5 kilómetros por hora 20 metros antes de llegar a punta de plataforma de la estación terminal, manteniendo esa velocidad hasta su detención absoluta aproximadamente 20 metros antes de la línea de paragolpes.

Por otra parte, “se considera conveniente que el personal de conducción de las formaciones ferroviarias de los ramales eléctricos” de todas esas líneas y también de la Urquiza “se encuentre acompañado por el jefe de tren en el interior de la cabina de conducción en el último tramo del recorrido, comprendido entre la estación terminal y la estación precedente a la misma”.

Otro de los puntos clave incluidos en las nuevas medidas de seguridad tiene que ver con el control de todos los motorman, a quienes desde ahora se les practicarán exámenes psicofísicos que serán realizados por la Fuerza Aérea y tendrán el mismo nivel de rigurosidad que los tests a los que son sometidos los pilotos.