La viceministra de Trabajo, Noemí Rial, enfatizó por Continental en que “el trabajo en negro es del 32,8 por ciento” del total de la mano de obra asalariada. Se trata de uno de los niveles más bajos desde 2003, y muy por debajo del histórico 50 por ciento promedio de las anteriores décadas.

En La Mañana, Rial adjudicó el aumento del desempleo a que, con el freno de la economía que hubo hasta hace un par de meses, "la cantidad de puestos creados no alcanzó a absorber la cantidad de nuevos trabajadores. Tiene que ver con el crecimiento del empleo. Estaba amesetado el empleo registrado y cuando empieza a crecer, se produce una baja del empleo no registrado", añadió.

"Hay provincias con mucha influencia del trabajo rural y doméstico, en donde la inserción de los inspectores es muy difícil y lleva tiempo. Cuando llegué a la Secretaría de Trabajo, eran cuarenta inspectores y ahora hay cuatrocientos, están informatizados para verificar la información en el momento. De manera que me molestó mucho que Clarín dijera que al Ministerio de Trabajo no le importa el trabajo en negro", se indignó Rial.

Especialistas opositores habían asegurado en el matutino insignia del Grupo Clarín que el trabajo en negro alcanza al 37,2 por ciento de los asalariados, con un máximo de casi 52 por ciento en el Chaco y un mínimo de menos del 13 por ciento en Tierra del Fuego. Según cálculos opositores, entre los asalariados en negro y los desocupados o subocupados, se llegaría a un 47 por ciento del total de los trabajadores con problemas laborales.

El año pasado, siempre según el Indec, aumentó la tasa de desempleo y se desaceleró pronunciadamente la actividad económica. Los trabajadores en negro no gozan de descuentos jubilatorios ni tienen acceso a una obra social y otros beneficios laborales o sociales.

En otro orden, aclaró que el conflicto de los trabajadores del gas licuado está "en conversaciones y esta tarde hay una reunión" para evitar el paro por tiempo indeterminado. También explicó que se está negociando para evitar el paro de los choferes de ómnibus de larga distancia, reconociendo que "los empresarios están teniendo algunas dificultades, pero tienen una actividad rentable y tienen que hacerse cargo de los trabajadores, no puede hacerlo el Estado".

Sobre las diferencias "bastante importantes entre lo que pide el sindicato de Prensa y las empresas", pero se avecinaba una nueva reunión en la sede de la cartera laboral para seguir avanzando en ese sentido.