La tarea estará a cargo del ministro de Economía, Axel Kicillof ; del secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Encabezarán un encuentro programado para las 10, en el Salón de Honor de la Cámara de Diputados, al que fueron invitados los presidentes de todas las bancadas del Senado y de la Cámara baja.

Será una reunión reservada, a la que sólo podrán acceder los funcionarios y los legisladores, y a la que la oposición llevará más preguntas que posiciones fijadas de antemano. No hay, de hecho, una postura acerca de si el Gobierno debe pagar de inmediato la sentencia dictada por el juez de Nueva York Thomas Griesa.

No es la primera vez que los miembros del gabinete asisten al Congreso. La última fue antes del pago a Repsol. Pero en las ocasiones anteriores las visitas se dieron en el marco del tratamiento de un proyecto de ley.

Esta reunión se inscribe en la idea de que el conflicto por el reclamo de los fondos buitre debe ser una causa nacional, que trascienda las diferencias partidarias. Ése fue el espíritu del viaje a Washington que el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, compartió la semana pasada con tres diputados de la oposición: Martín Lousteau (UNEN), Federico Sturzenegger (Pro) y Darío Giustozzi (Frente Renovador).

Los jefes opositores valoraron la decisión del Gobierno de dar explicaciones. El gesto coincide con dos proyectos de resolución de la UCR, presentados en paralelo en el Senado y en Diputados, para que Kicillof se presentara ante ambas cámaras del Congreso.