El dueño de La Salada, Jorge Castillo, admitió por Continental que su emprendimiento en Angola no prosperó "por falta de seguridad jurídica". En La Mirada Despierta, recordó que, durante el viaje de 2012 dentro de la delegación empresarial que acompañó a la presidenta Cristina Fernández, "se vendió todo", pero añadió que la idea de enviar mercadería y crear un modelo de negocio al estilo de La Salada en el país africano no prosperó porque "nadie te asegura que puedas cobrar".

“No existe el derecho jurídico en Angola, entonces ¿cómo hacés? me pidieron jeans y ojotas, pero quieren así nomás y decirte ‘después te pago’. Es un montón de plata, pero no tengo garantías de que me vayan a pagar. No puedo hacer 15 mil jeans sin saber que voy a cobrar”, graficó Castillo.

El representante de la feria más grande del país contó que “la idea era copiar el modelo allá”. Inclusive el 25 de junio de ese año se reunió con el embajador de Angola en la Argentina, Herminio Escorcio, para ultimar detalles. Pero luego todo se frenó. “A mí no me dieron ninguna garantía. Y yo no trabajo así, pero bueno, ellos funcionan de esa manera. Lo cierto es que sin seguridad jurídica no podemos hacer nada”, dijo y agregó “plata en mano, culo en tierra”.