Las últimas declaraciones del jefe de Gabinete nacional, Juan Manuel Abal Medina, generaron la reacción de muchos de los principales referentes opositores, quienes salieron al cruce del funcionario oficialista.

Abal Medina acusó a los manifestantes de ser “un sector minoritario” y estar "más preocupados por lo que pasa en Miami que en San Juan", donde el jueves la Presidenta encabezó un acto. Además, recomendó a los críticos del gobierno “que armen un partido y ganen una elección”.

Una de las que respondieron a esas expresiones fue la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, quien sostuvo que "ojala no exprese lo que piensa la presidenta" Cristina Kirchner, y calificó sus expresiones como “un mensaje provocador".

Vidal afirmó que el cacerolazo que tuvo lugar en Plaza de Mayo el último jueves "no fue de un sector minoritario" y que no se debe "cargar lo que sucedió de prejuicio" porque "el mensaje es para todos, pero fundamentalmente para el Gobierno nacional".

Otro dirigente que replicó las declaraciones de Abal Medina, en este caso del radicalismo, fue el senador Ernesto Sanz, quien apuntó contra el jefe de Gabinete, porque fue "impresentable lo que hizo en nombre del Gobierno, que es faltarle el respeto a la gente que se movilizó, y la que no se movilizó pero también comparte".

"Abal Medina no viaja en tren, no tiene problemas de empleo, es un hipócrita", opinó Sanz en diálogo radial, y lamentó la "estigmatización de la clase media" por parte del kirchnerismo que "tiene que ver con el resentimiento del gobierno como una herramienta para generar confrontaciones".

Por su parte, el referente del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, sostuvo que las declaraciones del jefe de Gabinete nacional sobre el cacerolazo "desconocen la realidad" y "martilla sobre los mismos errores".

El ex candidato presidencial del FAP agregó: "Si queremos hacer un país en serio tenemos que reconocer la realidad".

Además, Binner indicó que "hay que escuchar a la gente" y evaluó que "el mensaje no va solamente dirigido al Ejecutivo nacional, sino a la oposición también".

"La gente está esperando repuestas y hay demandas muy concretas de seguridad, de educación y para que se cumpla con la Constitución, para que no pensemos otra vez en una re-reelección", consideró el ex gobernador de Santa Fe.

Si bien estimó que el cacerolazo del último jueves "como hecho aislado no va a tener "consecuencias electorales", Binner afirmó que es una muestra de que "la gente ha perdido el miedo y hoy no tiene ninguna duda en salir a la calle a protestar".

Julio Cobos, también se refirió a la marcha del jueves pasado e indicó que se produjo porque la ciudadanía no encuentra que la dirigencia política, y en particular el gobierno, se hagan cargo de los temas de agenda. "Quieren escuchar cosas que coincidan con la realidad. Se los subestima con relatos que no tienen nada que ver con lo que está ocurriendo en el país”, sostuvo.

"Acá no hay una oposición organizada. Lo que estamos tratando de ver es si hay una forma de poder reaccionar ante un gobierno que no consulta sino que impone, lo cual resulta un tanto difícil y complicado", afirmó el ex presidente.

"La fuerza opositora no debe resignarse y tiene que hacer todos los esfuerzos para lograr al flexibilidad necesaria", concluyó.