La defensa de Amado Boudou afirmó que la presentación espontánea del vicepresidente ante el juez Ariel Lijo, en el marco de la causa Ciccone, "más que un acto de presión, fue un acto de humildad", en tanto voces de la oposición volvieron a reclamar un paso al costado del segundo del Ejecutivo nacional.

El abogado Diego Pirota insistió con que el expediente en el que está vinculado su cliente es un "despropósito jurídico" con "mucho de impacto político y mediático". El letrado sostuvo que el vicepresidente "le hizo saber" ayer a Lijo -luego de que el fiscal Jorge Di Lelo pidiera indagarlo- que su comparencia en los tribunales "no significaba de ninguna manera ninguna cuestión de presión", sino que su intención era "someterse como una persona más ante la Justicia".

En la investigación por presuntas "negociaciones incompatibles con la función pública", Boudou se presentó ayer en los tribunales de Retiro, donde pidió a Lijo "una actuación rápida" para "esclarecer lo antes posible" su situación. Pirota explicó que su defendido fue a ponerse a disposición del juez tantas veces como el magistrado lo considere necesario.

El vicepresidente elevó dos escritos en los que, tras negar haber participado de algún trámite para lograr el levantamiento de la quiebra de Ciccone, dijo que esa responsabilidad estaba en manos del jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, cuya indagatoria también pidió el fiscal. Ajeno a las interpretaciones periodísticas acerca de que esas declaraciones serían una "venganza" o un pase de facturas a Echegaray, el abogado Pirota estimó hoy que "todo lo que hizo la AFIP" al darle el plan de facilidades a Ciccone para salvarla de la quiebra "es correcto".

"No encuentro ninguna circunstancia en la causa penal que me haga pensar en que la AFIP hizo algo indebido ni ilícito. Ni de parte del ministro de Economía (entonces Boudou), ni del director" del ente recaudador, afirmó. Pirota ratificó el argumento de Boudou, quien volvió a negar ante el juez Lijo haberse reunido con la familia Ciccone para negociar el traspaso ni conocer a Alejandro Vandenbroele, dueño de The Old Fund, la empresa que se quedó con la ex Ciccone.

Y, sostuvo que "no existe" ninguna relación de Boudou con ese empresario y enfatizó que el hecho de que Vandenbroele haya vivido en su departamento era "irrelevante más que anecdótico. ¿Qué hay de ilícito en todo esto que se haya probado?", acotó. El abogado insistió en denunciar que el expediente abierto contra Boudou "tiene muy poco de jurídico en términos procesales y tiene mucho de impacto político y mediático".

"Nosotros ya planteamos todas las nulidades que consideramos, entendemos que es un despropósito jurídico lo que está pasando", enfatizó, aunque reiteró que no está en los planes de su cliente pedir la recusación ni de Lijo ni de Di Lello, a quien le reprochó haberse "precipitado en solicitar" las indagatorias. Pirota puntualizó que "estas indagatorias, la manera que las pide y las razones que da (Di Lello) nos obliga a tomar una decisión en la que el vicepresidente no dudó un instante en presentarse, ponerse a disposición de la Justicia y mostrar al juez y al fiscal que él va a estar a disposición, como lo estuvo siempre, para dar todas las explicaciones que hagan falta".