Cristina Fernández acompañada por su par de Brasil, Dilma Rousseff, y el ex mandatario Lula, dejó oficialmente inaugurada la embajada argentina en Brasilia, un proyecto iniciado durante la presidencia de Néstor Kirchner.

La presidenta sostuvo que “la inclusión social no puede ponerse en riesgo en el continente” por lo cual deben defenderse las medidas comunes aplicadas para el avance en esa área.

Luego de mantener una reunión con su par brasileña Dilma Rousseff en la sede gubernamental de ese país, la mandataria argentina aseguró que ambos países trabajarán “mucho por la articulación del sector privado argentino y brasileño, porque no puede haber incompatibilidades” entre las naciones que integran la región.

“Las medidas comunes que defienden el formidable avance en materia de inclusión social, a partir de la generación de trabajo decente y la industrialización, no pueden se puestas en riesgo”, remarcó.

Asimismo, la jefa de Estado convocó a los sectores industriales a “fortalecer las cadenas de valor” bilateral y a avanzar en la incorporación del MERCOSUR de otros países de la región.

“En la región, Brasil y Argentina tiene una responsabilidad más alta que el restote los países porque hemos alcanzado un desarrollo que nos coloca en una responsabilidad de lograr integrar un mercado sin desigualdades”, indicó la jefa de Estado.

Por su parte, Dilma Rousseff coincidió en que el destino común entre ambos países es “la integración de los procesos de producción”, al tiempo que destacó la “alianza estratégica” entre las dos naciones.