El senador radical Mario Cimadevilla consideró por Continental que Norberto Oyarbide “no puede ser juez. No hay que ser muy sagaz para darse cuenta de que entre Oyarbide y el poder político de turno ha habido una complicidad donde se han hecho mutuamente favores”. Sin embargo, añadió en La Mirada Despierta, “cada vez que fue denunciado por alguna cuestión vinculada a su funciones de juez, el oficialismo ha devuelto sus favores, impidiendo que las investigaciones avanzaran”.
 
Además, afirmó el magistrado federal no sólo “ha tenido la protección del poder, sino, muchas veces, del estamento judicial”. Y expresó su sospecha de que el juez encabece “una asociación ilícita con colaboradores suyos”, ya que “tropelías como el allanamiento a Liuzzi no las pudo hacer solo”.
 
Cimadevilla afirmó que “el Consejo de la Magistratura no debe ser cooptado por el poder político”, al afirmar la necesidad de imponer un opositor en la representación de la corporación de los abogados en el organismo que juzga a los jueces. “De todos los avances, el más grave es la designación de Alejandra Gils Carbó como procuradora. Los jueces pueden cometer deslices, pero la Procuración debe velar por la legalidad del proceso y hoy tenemos una procuradora que, lejos de ello, se ha convertido en cómplice del poder”, denunció.