Tras más de un lustro de abandono presupuestario y decadencia cultural en el Teatro y el Centro Cultural San Martín, otrora puntal de la vanguardia artística porteña, el Gobierno de la Ciudad anunció obras por setenta y dos millones de pesos que inclyen además al Teatro Presidente Alvear y a los talleres de Gregoria Pérez en donde se guarda buena parte de lo que produce el Complejo Teatral.

Por Continental, el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, reconoció que el edificio principal necesita, “evidentemente, reparaciones de fondo. Ni el teatro ni el centro cultural tuvieron una revisión profunda. Vamos a hacer lo que tiene menos marketing, lo que es necesario encarar para asegurar el normal funcionamiento. Vamos a hacer lo que no es muy seductor para el mundo de la política, que siempre intenta hacer las obras que más se ven”, destacó en Magdalena Tempranísimo.

En los últimos años, se fueron sumando las protestas de los trabajadores, con clímax hace pocas semanas, cuando el Ballet Contemporáneo decidió suspender una función aduciendo que no estaba dadas las condiciones para subirse al escenario, en momentos en que las calderas y cañerías entraron en colapso. “Lo que iniciaremos ahora es reparar tanques de agua, circuitos eléctricos, cañerías, calderas, maquinaria de escenotecnia y camarines”, explicó Lombardi a este respecto.

“En el Centro Cultural se trabajará en la Sala A-B, en su hall y en las dos salas (Alberdi y Muiño). En el Alvear, en la impermeabilización de los techos, otro de los trabajos fundamentales”, añadió. De hecho, a fin del mes pasado ahí también se debieron suspender funciones porque el agua de las filtraciones llegó hasta los camarines, que serán arreglados en una segunda etapa.

Por falta de financiamiento, también quedarán pendientes las obras en el Teatro de la Ribera (renovación de luces) y la refacción final de la torre del Cultural San Martín. En el Teatro Sarmiento, el gobierno está analizando adosar a su funcionamiento la confitería que está al lado del teatro. El análisis definitivo del pliego de la concesión del Zoológico determinará si es factible.

"Es imprescindible encarar este trabajo. Fueron muchos años de desinversión. A lo largo del tiempo se hizo una infinidad de obras pequeñas, pero eso ya no va más. No van más los maquillajes. No se puede seguir atándolo con alambres, llegó el momento de encarar una obra estructural", afirma. Da otro ejemplo: "La ciudad se siente orgullosa del Ballet Contemporáneo, pero si uno ve en las condiciones en que ensayan, claramente no son las indicadas. Esas salas de ensayo cumplieron un ciclo", concluyó Lombardi.