El dispositivo tiene integrado un módulo GSM -chip de telefonía móvil- y es capaz de alertar a su dueño ante posibles intentos de vulnerar su seguridad mediante accesos con contraseñas erróneas, niveles bajos de batería o si fue movida de lugar.

Al recibir las alertas, el usuario puede enviar desde su smartphone una orden al dispositivo para su autodestrucción.

Para la compañía fabricante, la información y datos almacenados quedan inaccesibles, un resultado similar al de "pegarle un martillazo", según explicaron.

La unidad de almacenamiento cuenta con diversas características de seguridad como contraseñas y encriptación de datos, que pueden ser configurados y controlados desde el celular.

La capacidad del dispositivo es de 128gb y puede ser instalado en una computadora o conectado de manera externa en un puerto USB 3.0 o con un cable USB 2.0.

Su costo ronda las mil libras esterlinas, más de 13 mil pesos.

Las unidades de almacenamiento SSD están integradas por una memoria flash, similar a las que se utilizan en las cámaras fotográficas.