Sin perspectiva de acuerdo paritario a la vista, los empleados de droguerías retomaron ayer la realización de asambleas en sus lugares de trabajo, lo que resintió nuevamente la distribución de los medicamentos en las farmacias de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
 
Las medidas de protesta reaparecieron luego de que este viernes venciera el llamado a conciliación obligatoria, impuesta por el Ministerio de Trabajo. A lo largo de la última semana, las negociaciones entre las partes culminaron en un rotundo fracaso al no lograr ponerse de acuerdo para la firma de un aumento anual.
 
Frente a este reeditado escenario de conflicto, las droguerías no pudieron ayer recibir ni distribuir remedios en las farmacias. En el sector empresario advierten que el abastecimiento quedó debilitado tras las asambleas convocadas hace dos semanas. Desde entonces, el reparto tuvo inconvenientes operativos y las empresas no pudieron "acomodarse" del todo en el despacho de mercaderías.
 
"La realidad es que las farmacias, por la falta de financiación y los atrasos en los pagos de la seguridad social, trabajamos con stock mínimo, con reposición diaria", sostuvo Claudio Ucchino, presidente del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal al diario La Nación. "Por el conflicto, lo que hacemos es tratar de sustituir por la misma droga de otro laboratorio. Pero si esto se extendiera en el tiempo, se empezaría a ver acentuado el faltante, porque se nos acaba también la droga con qué sustituir".
 
A tono con las cámaras patronales de otras actividades, los representantes de la Asociación de Distribuidores de Especialidades Medicinales (ADEM) ofrecieron a la Federación Argentina de Trabajadores de la Sanidad (FATSA) un aumento sobre los salarios básicos de un 28 por ciento. La cifra, sin embargo, resultó insuficiente para los trabajadores y no hubo acuerdo.