Un estudio internacional liderado por científicos chinos y con la participación del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos ha demostrado que el fortalecimiento del monzón de verano asiático desempeñó un papel crucial en la dispersión de Homo sapiens desde África a Asia oriental durante el último interglaciar hace entre 70.000 y 125.000 años.

La investigación integró nuevas reconstrucciones de alta resolución del comportamiento del monzón de verano asiático, recopilación de datos de yacimientos paleoantropológicos y simulaciones del hábitat de Homo sapiens que abarcan los últimos 280.000 años. Las reconstrucciones sugieren que la variabilidad del monzón de verano asiático responde a la acción combinada de cambios en la insolación, el volumen de hielo y la concentración de gases de efecto invernadero.

Se descubrió que la dispersión de Homo sapiens por Asia Oriental coincidió con el fortalecimiento del monzón de verano asiático, lo que sugiere que este fenómeno climático tuvo un papel importante en la migración temprana de nuestra especie desde África a Asia Oriental.

Además, se analizaron simulaciones informáticas de hábitats de Homo sapiens, revelando que la ocupación de Asia Oriental fue coherente con un aumento transcontinental de la idoneidad simulada del hábitat. Se considera que los cambios hidroclimáticos en ambos continentes, África y Asia Oriental, podrían haber actuado conjuntamente, estimulando la salida de África y la expansión hacia Asia Oriental.

Estos hallazgos aportan nuevas perspectivas sobre la influencia del clima, en particular del monzón de verano asiático, en la dispersión temprana de Homo sapiens. La integración de datos paleoclimáticos y paleoantropológicos ha permitido una comprensión más completa de los factores que propiciaron el asentamiento de nuestra especie en nuevos territorios.