Un ginecólogo en los Países Bajos concibió 21 niños y potencialmente docenas más usando su propio esperma después de que los futuros padres recurrieran a él para un tratamiento de fertilidad, según descubrió una investigación.

Jos Beek trabajó en el hospital Elisabeth de Leiderdorp, ahora parte del hospital Alrijne, entre 1973 y 1998. Murió en 2019.

Las parejas tratadas por Beek esperaban ser beneficiarias de muestras de donantes de esperma anónimos. El hospital de Alrijne dijo que no creía que Beek le hubiera dicho la verdad a nadie.

El escándalo surgió después de que una organización que rastrea a los padres biológicos de los nacidos mediante donaciones anónimas encontró una coincidencia entre el ADN de Beek y el de 21 niños cuyas madres habían recibido tratamiento en su clínica entre 1973 y 1986.