Este sábado en un boliche de Hurlingham, un joven de 19 años rompió una botella de vidrio y le clavó los restos en la cara a otro chico de su misma edad. El resultado: cortes profundos en el rostro, dos operaciones de más de 5 horas para reconstruirle el rostro y la posibilidad de perder un ojo. Según investigadores, todo habría iniciado debido a celos por una chica.