El tren hospital de chicos de la Fundación Alma necesita seguir rodando hasta los pueblos sin atención pediátrica estable del norte del país. En agosto pasado, un descarrilamiento de la formación que lo conducía de regreso a Buenos Aires provocó daños irreparables en el sistema de frenos, los enganches y las cañerías. Ya en el taller del Belgrano Cargas, dos incendios terminaron hiriéndolo de muerte, relató por Continental Magdalena Pardo, secretari de la comisión directiva de la ONG. 

"Entre los problemas mecánicos producidos por el descarrilamiento y los incendios que dañaron su estructura, el tren Alma, tal como lo conocemos, se ha vuelto un proyecto inviable. Necesitamos nuevos vagones", explicó en La Mirada Despierta.

Desde el Belgrano Cargas, encargado del mantenimiento de la formación, aseguran que no hay repuestos para reparar el daño garantizando al mismo tiempo la seguridad dle convoy ferroviario. En este contexto, la Fundación Alma propone que se les entreguen cuatro vagones del Belgrano Sur en comodato, de los que están siendo reemplazados por unidades cero kilómetro. 

"Pedimos más que nunca celeridad en la respuesta. Recibimos llamadas y correos electrónicos que muestran una buena predisposición, pero necesitamos celeridad en la respuesta formal. Los que se perjudican son los pacientes. Cada vez que llega el tren hospital se acercan entre 500 y 800 pacientes. Hay una demanda que necesita ser atendida", redondeó Pardo.