Thelma Fardín parece haber llegado a un punto de saturación, en esta lucha que inició hace varios años, buscando que se condene a Juan Dárthés por la violación que sufriese cuando tenía solamente 16 años, en Nicaragua, durante la gira de la obra Patito Feo.

Fardín, mientras filma su última película, posteo un descargo casi desesperado en su cuenta de Instagram: "Me llega un mensaje que dice que soy luz en la evolución por lo que hice. No quiero. No quiero ser luz en la evolución de la humanidad. Quiero ser feliz. Quiero comer un helado en España y que a nadie le importe. No quiero ser un ícono de nada, quiero que este mochila deje de pesar", escribió Fardín.

Durante el rodaje actual de su película
Durante el rodaje actual de su película

Pero la actriz no se conformó con eso: “No quiero ser referente, quiero poder construir sin este peso en la espalda. Sin esas historias desgarradoras que me cuentan todos los días y me llenan de ira, angustia e impotencia. No quiero ser super heroína de nada, quiero que esté juicio macabro termine, que la moneda en el aire deje de girar, que el sinfín de estrategias que pueden poner del otro lado, no me roben más años de calma”, escribió, desesperada.

Y continuó: "No quiero tampoco libros de autoayuda, no hay autoayuda después de inmolarse. Después de inmolarte solo hay soledad. Porque nadie quiere, nadie puede estar cerca del campo minado. La decisión de donde pones el pie es tuya, la parte del cuerpo que vuela por el aire también", indicó Thelma.

El remate, fue tan dramático como el resto de la carta: “Nadie me devuelve todo lo que perdí en estos cinco años de estar abierta como un pollo frente a una sociedad deshumanizante. La única que pierde energía, fuerza, fe, gente, calma, soy yo. Rita Segato lo dijo bien, no servía que fuera una heroína”, concluyó.