Argentina, cuya muestra fue de 226 escuelas y 5.900 alumnos, consiguió mantener los niveles alcanzados en 2009, que fue el año en que hizo su repunte después de experimentar una curva descendente desde el inicio de la pruebas en 2000, informó el Ministerio de Educación. Los varones superaron a las mujeres al medir 396 sobre 382, lo que dio el promedio final de 388, proporción que se revierte en el caso de la Lengua, área en que los varones son superados por la mujeres.

A nivel regional, en Matemática el país que más descendió fue Uruguay con 18 puntos menos que en 2009; en tanto, Brasil y Chile subieron cinco puntos el primero y dos, el segundo. Mientras Brasil pasó de tener 386 en 2009 a 391 en 2012, Chile subió de 421 a 423 (2009\2012). Según el informe de OCDE, los estudiantes son seleccionados a partir de una muestra aleatoria de escuelas estatales, privadas, urbanas y rurales.

“Formamos parte de una gestión que entiende como necesaria la evaluación de los sistemas educativos, ya que aporta insumos y conocimiento sobre su estado de situación pero es una herramienta que aborda una porción del sistema y no su integralidad", remarcó por Continental el ministro de Educación, Alberto Sileoni. "Un sistema educativo complejo, plural y diverso como el nuestro necesita una multiplicidad de miradas”, estimó en La Mañana.

Argentina, con casi 200.000 estudiantes secundarios más incorporados al sistema desde la última edición de PISA en 2009 - entre ellos 45.000 de 15 años-, logró mantener los 388 puntos en Matemáticas y sumar 5 puntos en Ciencias (de 401 a 406 puntos); mientras que los puntos que perdió en Lengua (de 398 a 390) fue un resultado considerado por el mismo consorcio internacional “como poco significativo”, según el ministro de Educación, Alberto Sileoni. Si bien la metodología empleada por los evaluadores se basa en una escala que va del 0 al 1.000, la media OCDE es de 494 para Matemáticas, 496 para Lengua y de 501 para Ciencias.

“OCDE mismo admite que tienen más desempeño los alumnos que están en el año que les correspondería por la edad y en Argentina estamos trabajando con 194.314 alumnos secundarios -entre ellos, 44.996 adolescentes de 15 años- más que en 2009”, sostuvo Sileoni. Según datos del informe PISA, “en Argentina el 64% los alumnos de 15 están cursando segundo y tercer año del secundario, que es el año que corresponde a la edad; y el resto -el 36%- en otros años, porque son los chicos rezagados, los que fueron volviendo a la escuela, tras las crisis que vivió el país en la década pasada”.

“Esto obedece a la decisión política de este gobierno de incluir a todos los jóvenes que habían quedado excluidos del sistema. Hay países que no han tenido esa política inclusiva y por eso comparar los resultados del desempeño de los estudiantes es inconducente”, consideró Sileoni, que recordó que la cobertura del secundario en Argentina es –al igual que en Chile- del 82%”. El titular de la cartera educativa argentina explicó que “los países centrales, miembros de la OCDE, que diseñan la prueba, iniciaron un proceso de inclusión educativa hace 30 o 40 años, previo al mejoramiento de los aprendizajes. Nosotros, en cambio, estamos llevando adelante ambos procesos de manera simultánea: el de incluir más jóvenes en el sistema, y el de mejorar sus aprendizajes”, enfatizó el ministro.

"Las Pruebas PISA no son una competencia pero hay quienes son amantes de las tablas de posiciones. A nosotros nos interesan los alumnos, que puedan estudiar y que aprendan cada vez más y mejor. No estamos en contra de las pruebas y por ese motivo “hemos acercado en el marco del Mercosur nuestras sugerencias para mejorar la calidad de la evaluación”, añadió Sileoni.

“Hay que tener en claro que lo que se mide es sólo una parte de los aprendizajes, que es discutible medir capacidades y que Pisa no debería ser el único modo de analizar el sistema educativo”, opinó el ministro y añadió que “comparar sistemas educativos complejos no es sencillo y menos aún útil si se banaliza el tema como si fuera un mundial de futbol”. En el área de Lengua, el análisis de la información revela que “el 74% de los chicos evaluados alcanzó la comprensión lectora y demostró que podía operar con ese conocimiento y al 26 % restante aún le quedan por delante dos o tres años más de escolaridad obligatoria”.