Los radares son modelo Cirano 500 de la marca Indra. Los equipos se colocan en un trípode sobre la banquina y capturan los tres primeros carriles de la derecha y hasta 20 metros de distancia. Pueden diferenciar los vehículos pesados de los livianos, según la distancia entre sus ejes. Los radares móviles suman seis en total, que van rotando entre distintos sectores de la autovía.

Según la Agencia, el punto más conflictivo y donde se detectaron más conductores acelerando por encima de la velocidad permitida fue en el kilómetro 27 de la Panamericana, a la altura de Don Torcuato.

En esa zona se llegó a detectar un automóvil que iba a 160 km/h por el carril lento. La velocidad máxima permitida es de 130 km/h para los autos y 90km/h para los camiones y colectivos.

Las multas aplicadas a los infractores desde junio hasta el momento oscilan entre los $1.138 y $7.589, según informa hoy el diario Clarín. Los infractores pueden abonarlas de forma voluntaria o presentarse en alguno de los Juzgados de Tránsito de la provincia de Buenos Aires.

En el periodo, el 1,24% (4.320 vehículos) de los 347.485 vehículos monitoreados en total incurrieron en infracciones por exceso de velocidad.

En este sentido, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, apuntó que la instalación de radares en la Panamericana tiene como objetivo que los conductores respeten las velocidades máximas, ya que el exceso de velocidad es una de las principales causas de accidentes viales en esa autopista.

Asimismo, resaltó que buscan que lo automovilistas manejen dentro de las velocidades permitidas no por temor a un control, sino por el hecho de ello implica un riesgo tanto para sí como para los demás.

Cabe destacar que próximamente, la Agencia de Seguridad Vial también ubicará radares fijos de control de velocidad que se suman a los puestos de control de documentación y alcoholemia ya instalados en los accesos a la autopista.