Sin atender el lógico pánico entre los habitantes de Puán, los organizadores de la Fiesta de la Cebada Cervecera siguen adelante con un festival que apuntan a que sea multitudinario y que podía causar una ola descontrolada de contagios en la localidad bonaerense.

De acuerdo a testimonios recogidos entre los vecinos, las súplicas el intendente Facundo Castelli, para que tome medidas para evitar el evento, no recibieron mas que indiferencia y ahora, el temor se ha aporado de los habitantes.

Si bien todos señalan al organizador, Hugo Ruesga, por lucrar con riesgos sanitarios de semejante envergadura: "el que tiene que cuidarnos a todos es el intendente, para eso lo elegimos, no para que ampare a esta gente", dice Osvaldo que vive en la avenida de ingreso a la ciudad.

Sin embargo, la ciudad, con solamente dos camas de terapia intensiva en el sistema público de salud, se apresta a enfrentarse a lo que Mariana llama "la indolencia y la avaricia de esta gente, como vecina, me da terror todo esto", sentenció.