Su nombre es Amou Haji, tiene 87 años y vive en Irán. Amou esta en situación de calle y hace casi 70 años que no se baña. Consume agua estancada en mal estado, come animales en estado de descomposición y residuos de basura del pueblo.

Habita en el pueblo de Dejgah, en la provincia de Fars. Hace unos años, un grupo de jóvenes se ofreció a ducharlo, pero Amou se batió en retirada. 

Hace poco se lo sometió a un profundo análisis médico para determinar su estado de salud y el resultado sorprendió a los galenos: no tenía parásitos, bacterias o algún síntoma que le produjera un peligro inminente para su vida, teniendo en cuenta su avanzada edad.

Incluso cuando se alimenta de carne de animales crudos que puede encontrar en la calle y toma agua estancada. Además, fuma heces de animales cuando no tiene para tabaco.

El doctor Gholamreza Molavi, de la Escuela de Salud Pública de Teherán, explicó que su sistema inmune adquirió defensas extremadamente fuertes a razón de su vida en la indigencia durante más de medio siglo.