El iceberg A23a, el más grande del mundo, ha estado atrapado en el fondo del océano durante más de 30 años, desde que se desprendió de la costa antártica en 1986. Con una superficie de casi 4.000 kilómetros cuadrados, el A23a es más del doble del tamaño de la Ciudad de Buenos Aires. Este iceberg, con un grosor de alrededor de 400 metros, se mantuvo anclado en el mar de Weddell, hasta que el año pasado comenzó a moverse a gran velocidad.