La adicción a la tecnología es casi un símbolo de estos tiempos. Y esa dependencia lleva a un estado psicológico conocido como nomofobia, que consiste en un miedo o ansiedad extrema de carácter irracional que se origina cuando la persona permanece durante un período sin poder usar su teléfono móvil.

Los especialistas creen que dicho miedo puede ocurrir por cuatro factores principales: imposibilidad para comunicarse con otros, pérdida de conexión, incapacidad de acceder a la información y renuncia a la comodidad.

A modo de ejemplo, un comportamiento nomofóbico sería el de una persona que se ha olvidado su teléfono en casa al salir a la calle y, al darse cuenta, comienza a agobiarse, sentir miedo o paralización.

Si la razón es que no puede comunicarse instantáneamente con otros o no saber si alguien está intentando comunicarse con él o ella, deberá analizar si se trata de un comportamiento relacionado con la nomofobia.

También puede ocurrir por no poder consultar al instante las distintas notificaciones que envían a través de aplicaciones que tenemos instaladas en el dispositivo.

A diferencia de la dependencia, la nomofobia puede concebirse como un miedo más extremo que termina por entorpecer y dificultar la vida diaria de la persona, especialmente cuando no puede hacer uso instantáneo del móvil.

Existen varios estudios que muestran que un porcentaje significativo de personas procedentes de diferentes colectivos (estudiantes de distintas etapas educativas preuniversitarias, magisterio, enfermería, médicos, etc.) padecen este problema.

La investigación actual demuestra que padecer este problema puede conllevar sufrir otras circunstancias derivadas.

Por ejemplo, tener unos peores hábitos alimenticios, una disminución del tiempo de descanso, aislamiento social, menor rendimiento tanto en los estudios como en el trabajo y mayor distracción.

También puede dar lugar a de determinados problemas de salud.

Por ejemplo, se podría desarrollar el síndrome del túnel carpiano (presión excesiva en el nervio mediano de la muñeca que permite la sensibilidad y el movimiento a partes de la mano).

Pero también otras afecciones mentales como la fobia social, hiperactividad o depresión.