Por Carles Lalueza-Fox para BBC. El 26 de noviembre de 1922 marca lo que podría decirse que es el descubrimiento más famoso en la historia de la arqueología. Ese día, el egiptólogo británico Howard Carter hizo un pequeño agujero por el que podía introducir una vela en la puerta sellada de la cámara funeraria de Tutankamón y así iluminar el interior. A medida que sus ojos se adaptaban lentamente a la oscuridad, pudo distinguir una cámara que no había sido perturbada durante más de 3000 años.