Tras las dilaciones impuestas por el conflicto gremial en el Teatro Colón y por el tiempo inhóspito del miércoles, Plácido Domingo finalmente deslumbró este jueves a más de ciento veinte mil personas.

Durante su recital frente al Obelisco, el tenor español se solidarizó con la protesta y abogó porque los “novecientos trabajadores alcancen un acuerdo con el Teatro y el Gobierno que lo sostiene, para que puedan salir adelante en esta temporada” lírica que comienza.

Dijo también que “todos tienen que estar orgullosos del Colón” y resaltó “la labor de quienes trabajan en él”, al definir al Coro y la Orquesta estables como “las columnas del Teatro Colón”.

Junto a la soprano santafesina Virginia Tola y el Coro y la Orquesta del coliseo porteño, interpretó fragmentos de óperas de Giuseppe Verdi, como Rigoletto y Aída, y clásicos del repertorio tanguero, como “Volver”, “A media luz” (ella), “Mi Buenos Aires Querido” (a dúo) y “El día que me quieras”, y “Granada” y “Júrame”, del mexicano Agustín Lara.