La dinámica de los viajes se ha transformado en una nueva variable tanto en la previa como en el regreso y, a pesar de que las restricciones van desapareciendo se van sumando otras que complican la planificación. La espera de la decisión final de los Estados Unidos respecto a las vacunas aceptadas para ingresar a su territorio abre un nuevo compás de espera a la hora poder completar los planes de viaje.

La previa

Hasta el momento para salir de Argentina y subirse a un avión rumbo a Estados Unidos no es necesario ningún esquema de vacunación (esto cambiará seguramente desde noviembre) así que, por ahora, con o sin Sputnik se puede subir a un avión cumpliendo con las normativas Previsto: PCR negativo dentro de las 72 horas del vuelo y declaración jurada impresa para presentar en Ezeiza. Con esto ya estamos en condiciones, hoy, de emprender el viaje.

Sorprendía en el aeropuerto, normalmente concurrido y nervioso, los espacios vacíos (ahora se recuperó el acceso al pasillo de espera para los acompañantes en los aeropuertos de Ezeiza, Jorge Newery y Córdoba); hasta hace poco, la primera fila se realiza fuera del edificio (en este caso la terminal "C") hasta que sehabilitan la entrada para dirigirse a los mostradores (hay que estar 4 horas antes del vuelo) y completar los trámites iniciales. En todos los sectores de Ezeiza hay que mantener el uso del barbijo excepto en los lugares para comer, naturalmente. Una vez en el avión también el uso es obligatorio.

En Estados Unidos

La cuestión de los cuidados y las obligaciones varía según el lugar por el que se transite. En lugares descubiertos no hay exigencia para llevar el tapabocas pero la aplicación en los lugares cerrados quedan a consideración de los sitios que se visite. Las restricciones y cuidados más estrictas fueron quedando atrás y las tres empresas de parques de diversiones más importantes tomaron rumbos diferentes.

Disney

La empresa del ratón es la más estricta en lo que a cuidados preventivos contra el Covid se refiere. Es la única que mantiene la obligación de agendar los días en los que se va a visitar cualquiera de sus parques así que, por ahora, es necesario reservar (en base a disponibilidad) fecha y parque para cada una de las visitas que permita el abono comprado. También es la única que exige obligatoriamente barbijo en lugares cerrados y la mayoría de las atracciones y control del cumplimiento.

Por otro lado, en comparación con otros años esta temporada baja (septiembre es uno de los momentos más "despoblados" del año) las filas para las principales atracciones son sensiblemente menores. En la mayoría de los juegos la espera no supera los 15 minutos, haciendo recordar el paisaje de 2009 luego de la crisis económica en la que Disney se vio obligado a ofrecer distintas ofertas (hoy desaparecidas o mermadas) para poner turistas en los parques. Mientras se preparan las fiestas del 50 aniversario que comienzan en octubre, Disney se ha mantenido firme en varias cuestiones que han restado algo de magia a la visita.

El ejemplo más claro de esto es la desaparición casi absoluta de los personajes que solían poblar los distintos sectores de los 4 parques para interactuar y tomarse fotos con los visitantes. Hoy están resumidos a apariciones lejanas en desfiles de carromatos que pasan algunas veces al día o en lanchas que los pasean a la distancia saludando. Lo más cercano que se puede estar es en algunos lugares acotados, como en Star Wars Experience.

En los que a los gastos se refiere, Disney ha ido variando –como dijimos antes- sus prestaciones a los huéspedes. Hoy contratando un hotel dentro de Disney World y teniendo auto alquilado el estacionamiento ya no es gratuito y el valor varia dependiendo de la calidad del hotel en el que uno se hospeda (comienza de 15 dólares por noche en los más económicos como los All Star) .

Sí se mantiene el estacionamiento gratuito en los parques para los que hayan comprado el paquete hotel + parques (algo que no es menor porque hablamos de 25u $ por estacionamiento). Otro beneficio que está en proceso de desaparecer es el del Fast Pass al que accedieron a todos los visitantes para elegir algunas atracciones "sobrecargadas" y poder acceder a las filas rápidas.

Esto como ha ido pasando con el correr de los últimos años se transformará en algo pago (como siempre pasó en Universal) y no particularmente barato para el turista que administra sus gastos. También está viviendo en sus últimos momentos el beneficio que contaban los visitantes con algún tipo de problema motriz o imposibilidad para emprender largas filas.

El "disabled" para problemas de este estilo, que se gestionaba en el Guest Relations del primer parque al que se visitaba y permitía a la persona afectada y su grupo a acceder a formas de evitar las filas concurriendo a la atracción en horarios predeterminados, ya no será contemplado. También está viviendo en sus últimos momentos el beneficio que contaban los visitantes con algún tipo de problema motriz o imposibilidad para emprender largas filas. 

También está viviendo en sus últimos momentos el beneficio que contaban los visitantes con algún tipo de problema motriz o imposibilidad para emprender largas filas. El "disabled" para problemas de este estilo, que se gestionaba en el Guest Relations del primer parque al que se visitaba y permitía a la persona afectada y su grupo a acceder a formas de evitar las filas concurriendo a la atracción en horarios predeterminados, ya no será contemplado. 

Disney cuenta, además con dos parques de agua y sólo Blizzard Beach está operativo, algo impensado en esta época del año, fin del verano, con temperaturas que superan habitualmente los 30 grados (Typhon Lagoon, está cerrado). 

Otra de las diferencias que encontrarán los que hayan visitado Disney World en otra oportunidad es la ausencia de trabajadores extranjeros en los parques. Particularmente en Epcot, en el World Showcase, en el que están representados varios países del mundo, era habitual encontrar “cast member” de cada país que reforzaban la estructura ecléctica del parque. Hoy esos lugares estándos por estadounidenses y, seguramente, comenzarán a repoblarse cuando la situación se normalice y lo permita.

Respecto de las comidas, comer en los parques siempre ha sido caro (un menú fast food + bebida va de los 15 a los 18 dólares por persona con variante entre hamburguesas, pancho, tenders de pollo y alguna ensalada). Sin embargo tanto Disney como Universal Permitir a los turistas ingresar su comida lo que baja sensiblemente los costos (esto no ocurre con los parques de Sea World).

Las comidas fueras de los parques se acomodan un poco mejor a los bolsillos aunque con el cambio actual la conversión al peso siempre nos deja en desventaja. Las comidas rápidas en las mil cadenas de hamburgueserías, comida mexicana, pollos fritos etc… rondan entre los 8 y los 11 dólares por combo (menú más bebida “recargable”) mientras que una comida en alguno de los restaurantes de cadena (por ejemplo de comida italiana, básicamente pastas, como Olive Garden, los steakes house como Longhorn o similares) cada comensal paga entre 16 y 20 dólares (más la propina que se ubica entre el 15 y el 20% de la cuenta y si bien no es obligatoria, prácticamente lo es). También están los restaurantes buffet (Ponderosa, Golden Corral) que por valores similares dan acceso a una especie de tenedor libre con costos similares.

Universal y Sea World

La principal competidora de Disney, -Universal- ya posee dos parques de atracciones (Universal Studios e Island of Adventure) y un parque de agua (Volcano Bay). En estos parques no se necesita reserva de día y el uso del barbijo en lugares cerrados pasa de ser una obligación a una recomendación. Hay advertencias en todos los sectores de los parques recordando la sugerencia de mantener la distancia social y el uso del barbijo pero esto queda a la discreción de cada visitante.

Si bien, como en Disney, la cantidad de gente es sensiblemente menor, la cantidad de gente es importante y es necesario mantener los cuidados pensando en que un PCR positivo impide subir un avión de regreso. De todas maneras para los que disfrutan de las atracciones las esperas son “milagrosamente” cortas, con alguna excepción no superan los 25 minutos, y en la mayoría de las veces la cola se resume prácticamente a la larga caminata entre la entrada y la atracción, con una mínima espera para subirnos.

Las excepciones son la “Hagrid´s Magical Creatures Motorbike Adventure”, la nueva atracción del mundo de Harry Potter en Adventure Island que puede insumir de 30 a 60 minutos de cola (imagínense con el parque lleno) y la “Velocicoaster” la nueva montaña rusa de Jurassic Parc que ronda constantemente la media hora. 

Con el tema personajes, Universal se ha diferenciado de Disney a la hora de permitir que los visitantes se acerquen a sus personajes favoritos. Si bien no hay contacto con los personajes, la distancia para tomarse fotografías es mucho menor (al lado sin tocarse) y la interacción mayor. 

En cuanto a los gastos, para los que vayan con auto el estacionamiento ronda entre los 27 y los 50 dólares (la diferencia está en lo que habrá que caminar después de dejar el auto) y hay parking preferencial para los discapacitados. Las comidas rondan los mismos valores de los parques de Disney pero existe la opción de comprar y activar un vaso (cuesta 16 dólares y 11 cuando sólo hay que activar) que permite el rellenado sin límite durante todo el día de gaseosas cada 10 minutos). Si pensamos que una botella de medio litro de gaseosa ronda los 4 dólares y que podemos compartir el vaso no es un mal negocio. De todas maneras, en cualquier quiosco o restaurante, se puede pedir un vaso de agua con hielo sin problemas.

En cuanto a los parques de Sea World que incluyen “Aquatica”, “Busch Garden” y “Discovery Cove”, el tema no varía demasiado. Los cuidados versus el Covid 19 son una recomendación aunque las cantidades de gente son sensiblemente menores. Sea World, que ya se parece más a un parque de atracciones que un parque para ver animales marinos, no permite el ingreso de bebidas ni alimentos con lo que no queda opción más que pagar la comida adentro. No hay grandes esperas para las atracciones mecánicas y hay que estar atentos para los distintos shows con delfines, Orcas o lobos marinos ya que están acotados.

Para el caso de Busch Garden, un parque básicamente de montañas rusas, hay que viajar a la ciudad de Tampa –más o menos 80 millas- y, en este parque, la diferencia de afluencia de público es más notable. Busch Garden está acostumbrado a recibir más de 4 millones de visitantes al año (Magic Kingdom, el parque líder en público, recibió en 2017 más de 20 millones y el promedio de los parques de Disney es de 14 millones anuales contra 10 de Universal) por lo que el contraste es más visible con sectores del parque casi vacíos. Para subir a las atracciones no existen colas por lo que es fácil repetir una voluntad cada juego.

Orlando

Otros de los atractivos de la ciudad son las compras. Varios shoppings con negocios outlet de las principales marcas y negocios con ofertas rebajadas con ropa de marca de saldo pueblan Orlando y Kissimee. En los Premium Outlet las medidas de cuidado son estrictas en los negocios y lugares cerrados. Incluso algunos tienen un aforo y van permitir el ingreso de compradores a medida que otros abandonan el local, siempre con tapaboca.

Como en los parques, por todos lados hay dispensers de alcohol en gel para lavarse las manos. En las cadenas de supermercados, cuentan con empleados en el ingreso con barbijos disponibles para el cliente que los solicite aunque adentro no hay control acerca de su uso.

Es notable en toda la ciudad, en todas las cadenas de comida, restaurantes, supermercados y hoteles (no es un eufemismo), la oferta de trabajo. En todos los locales están los carteles de “Now Hiring” (estamos contratando) para cubrir puestos de trabajo.

Después del golpe inicial de la pandemia y las restricciones que dispararon el desempleo a niveles históricos, ahora que la situación ha mejorado y avanza la vacunación, muchos negocios se encontraron con el problema de que no encuentran candidatos para cubrir sus puestos vacantes. Una geografía propia de esta época de Covid en una ciudad que está preparada para recibir millones de turistas. 

Respecto de la vacunación y la realización de los PCR para el regreso hay varias opciones. Las vacunas están disponibles en todas las cadenas de farmacias y supermercados. En algunos casos es necesario contar con una cita previa, pero en otros alcanza sólo con concurrir para recibir la vacuna e incluso la fecha para una segunda dosis y completar el esquema. Para el caso de los menores de edad la inscripción es por medio de un adulto responsable a cargo.

El examen de PCR negativo, obligatorio para el regreso abre un abanico de posibilidades. El test tiene un costo que va desde los 75 dólares en laboratorios privados a 179 (test rápido con resultado en una hora, en el Aeropuerto de Miami) pero si la idea es hacerlo de forma gratuita hay que tener varios temas en consideración.

El primero es que para subir al avión en Estados Unidos son estrictos en cuanto a las 72 horas o menos que tiene validez el test. Si el vuelo sale después de las 17 horas (horario en que se dan los últimos turnos para los test gratuitos) hay que hacerlos al día siguiente reduciendo el número de horas de espera para recibir el resultado. Pero empecemos por el principio…

Hay varias posibilidades a la hora de conseguir un test de PCR sin costo para poder volar. Las distintas cadenas de farmacias como CVS o Wallgreens lo ofrecen, también Curative y CDR Health Pro, entre otros. En todos los casos hay que crear una cuenta con los datos, un teléfono y una dirección de correo electrónico para recibir los resultados. En algunos casos es necesario generar un turno previo para poder concurrir. Según lo que indican los resultados pueden demorar entre 24 y 72 horas y normalmente están disponibles a las 36 horas con un pdf que permite asociarlo a la declaración jurada que se debe llevar impresa al aeropuerto y que es requisito para ingresar a Argentina. Con el resultado negativo ya es posible subir al avión.

La cuarentena

Según se dispuso desde el 24 de septiembre los que tienen el esquema de vacunación completa con más de 14 días luego de la segunda dosis no deben realizarla. En la experiencia reciente cuentan las vacunas dadas en los Estados Unidos con los certificados que entregan al ser inoculados. Una persona que haya recibido una primera dosis en Argentina y una segunda en los Estados Unidos, 14 días antes del regreso, tiene el esquema completo.

Por supuesto debe dar negativo el test de antígenos realizado en Ezeiza. Los que pueden evitar la cuarentena un nuevo PCR al quinto o séptimo día de la llegada y los que deban hacerla tendrán que realizarlo, sí o sí, al séptimo día. Con resultados negativos ya podremos olvidarnos de todo y volver a la vida normal, con los cuidados habituales exigidos.

Viajar en pandemia al principal centro de vacaciones del mundo, tiene sus consideraciones. Hay que estar atento a algunas variables que el turista antes daba por sentadas. La planificación es importante y viajar en esta época, distinta y peculiar, no es imposible pero no hay que descuidarse y estar atento a la dinámica que el Covid 19 impone con el correr de los días.