El multifacético imitador Martín Bossi visitó los estudios de Radio Continental.

“Me costó mucho ser con los años, dejar de mentir. Siempre me escapaba del ser”, comenzó revelando el artista.

“Ahora aprendí a decir ‘te quiero’ y a mirar a los ojos. Yo nunca pude reconocer una mujer en público; ahora lo puedo hacer”, admitió en los estudios de La Vuelta.

“Yo no soy un enviado de Dios, estudio danza desde hace siete años para poder mover el cuerpo. También estudio canto; hay que estar entrenado”.

“Los personajes se analizan intelectualmente; ellos tienen línea de pensamiento”, remarcó. “Uno cuando estudia puede hacer todo. La actuación es una opinión: uno puede opinar de lo que quiera, mal o bien”, advirtió.

Bossi habló de su obra en cartel “El impostor”, en la que comparte escenario con su madre.

“Mi familia me metió en un club de tenis porque querían eso para mí. Y me venían a ver muchos porque imitaba en la misma cancha, no porque jugara bien”, bromeó. En ese sentido admitió que “me enfrenté mucho con mis padres. Yo quería actuar”.

“Todos los textos de mi obra no los tuve que imaginar, son sacados de la realidad”, explicó el imitador.

Bossi, uno de los mejores imitadores actuales de la presidenta Cristina Fernández, reveló que “China” Zorrilla fue 15 veces a ver el espectáculo. “Es como una tía que viene a tomar el mate con facturas; se sienta siempre en el mismo lugar”, admitió.

También adelantó que el año próximo comenzará a rodar “Viudas”, una película con Graciela Borges y Valeria Bertuchelli, dirigida por Marcos Carnevalle. “No voy a imitar a nadie, voy a construir algo desde la imaginación”, dijo.

“La tele es histérica; el teatro es el vivo, el ahora. Es como la conquista a una mujer”, comparó el actor, quien admitió que lo que hace “es algo que soñé toda la vida. Cuando realmente hay vocación, los actores tenemos una función social”.