“Lo compré en julio y me mudé en septiembre”, relató Mabel, una de damnificadas por el derrumbe del edificio de Bartolomé Mitre al 1.200.

“Vi una rajadura en la pared y bajé a hablar con gente de la obra” lindera, explicó. “Me dijeron que iban a suspender la obra y si había daños ellos se iban a hacer cargo”.

Mabel dijo que pocos minutos después llegó personal de emergencia y “el muchacho entró con su compañero y salieron corriendo al grito ‘tienen que evacuar’”.

“Cuando quise volver a buscar mi documento, no alcancé a nada porque la mampostería ya se venía abajo”, enfatizó.

Asimismo, Mabel precisó que el edificio constaba de tres cuerpos, dos de los cuales se vieron afectados por las excavaciones de la obra lindera.

Con una visión real y positiva, Mabel advirtió que “si hubiese pasado minutos antes estaríamos muertos. Estamos vivos de milagro”.

“Queremos que nos den una mano para poder alquilar un departamento, comprarnos ropa…”, dijo.

“Era un edificio de 60 años pero muy cuidado. Si sacan tierra debajo del Congreso, se cae”, comparó Mabel.