Una investigadora que se hizo pasar por una niña de 13 años fue testigo de acoso, material sexual, insultos racistas y una amenaza de violación en el mundo de la realidad virtual. 

Según lo informado por la BBC, el jefe de política de seguridad infantil en línea del Reino Unido, Andy Burrows, agregó que la investigación encontró "una combinación tóxica de riesgos".