Los científicos aseguran que la respuesta al enigma de por qué los humanos son cada vez más altos y alcanzan la pubertad cada vez a una edad más temprana puede estar en un receptor del cerebro.

La altura media, por ejemplo en Reino Unido, aumentó hasta 10 centímetros durante el siglo XX, y hasta 20 en otros países, a medida que mejoró la salud nutricional. Pero no se conocía exactamente el mecanismo por el que esto sucedía.

El nuevo descubrimiento podría conducir a la elaboración de sustancias para mejorar la masa muscular y tratamientos contra los retrasos en el crecimiento, según asegura un grupo de investigadores.

Los científicos saben hace tiempo que las personas con dietas adecuadas y acceso suficiente y estable a la comida crecen más y maduran más rápidamente.

Corea del Sur, por ejemplo, ha visto cómo la altura de sus habitantes se disparaba a medida que el país pasaba de ser una sociedad atrasada a una desarrollada. Todavía hay lugares de África y el sur de Asia en los que la gente es solo ligeramente más alta que hace 100 años.

Se sabe que señales de la comida alcanzan el hipotálamo, una parte del cerebro, informándole al cuerpo sobre su salud nutricional y desencadenando el crecimiento.

Un nuevo estudio publicado en la revista Nature, dirigido por investigadores de la Universidad de Cambridge, junto con equipos de la Queen Mary University de Londres, la Universidad de Bristol, la Universidad de Michigan y la Universidad Vanderbilt, arroja luz sobre el receptor cerebral detrás de ese proceso.

Se le ha llamado MC3R y es en el nexo crucial entre la comida y el desarrollo sexual y el crecimiento.

"Le dice al cuerpo que estamos bien, que tenemos montones de comida, así que 'ten la pubertad pronto y haz un montón de bebés'", explica el profesor Stephen O'Rahilly, de la Unviersidad de Cambridge y uno de los autores del estudio.

"No es simplemente magia; tenemos el diagrama del cableado completo de cómo esto sucede", explicó.

Los científicos encontraron que cuando los receptores cerebrales no funcionan normalmente las personas tienden a tener una menor estatura y un comienzo más tardío de la pubertad.

El equipo estudió el diseño genético de medio millón de voluntarios registrados en UK Biobank, una enorme base de datos con información genética y de salud, para confirmar su hipótesis.

Los niños que mostraron mutaciones genéticas que alteraban el funcionamiento del receptor cerebral eran todos más bajos y pesaban menos que los otros menores estudiados, lo que revela que los efectos de la acción del receptor comienzan en los primeros años de vida.

Los investigadores se encontraron con una persona que tenía mutaciones en ambas copias del gen del MC3R, lo que es extremadamente raro y dañino. Esta persona era muy baja y no comenzó la pubertad hasta cumplidos los 20 años.