Los abusadores son menores, pero cometieron todo tipo de aberraciones, acorralaron a una compañera en el baño y la vejaron, las filmaban por debajo de las polleras, las sometían a todo tipo de tocamientos y en sus mensajes de whatapp, intercambiaban ideas de como someterlas y humillarlas.

Si bien es cierto que desde el punto de vista judicial, no son susceptibles de sanciones penales, si han debido recibir sanciones escolares severas. Sin embargo, las autoridades del colegio Roque González de Posadas, decidieron que solamente se vieran en la obligación de seguir las clases de modo virtual, para no someter a las menores abusadas al contacto con sus abusadores.

Pero ahora ya, ni siquiera eso. Las autoridades decidieron que los chicos vuelvan a las clases presenciales y compartan espacio físico con las abusadas, que incluso siguen con sus tratamientos psicológicos para intentar superar la humillación.

Mientras las víctimas tratan de cambiarse de colegio para escapar de sus abusadores, que ni el Colegio ni la Justicia, dan signos de querer proteger.