Inteligente, efectiva, la campaña de Unicef Chile –llamada "Sweet Trick"– deja al descubierto lo sencillo que puede resultar para un pedófilo o explotador sexual captar la atención de los niños. Lo hizo, precisamente, poniéndolo a prueba con la vista de sus padres.

Un hombre cubierto de algodón de azúcar se acerca a un parque lleno de niños. Como es de esperar, éstos se le acercan y comienzan a tomar trozos. Al mismo tiempo, el hombre entrega unos papeles a los mayores que observan despreocupados la situación.

La simpatía que irradian los rostros de los adultos al ver la escena cambia cuando leen el mensaje: "Así de fácil es para un pedófilo atraer a un niño. Estemos alerta".